El dolor de espalda es una de las molestias más habituales en la población adulta. Pasar muchas horas sentado, cargar peso de forma incorrecta o practicar deporte sin la preparación adecuada son factores que pueden desencadenar problemas lumbares, dorsales o cervicales.
Aunque en la mayoría de los casos no se trata de una dolencia grave, sí puede afectar de manera significativa a la calidad de vida: limita la movilidad, interfiere en el descanso y dificulta las actividades cotidianas. La fisioterapia ofrece una respuesta eficaz para aliviar el dolor, recuperar la funcionalidad y evitar que el problema se repita.
A continuación repasamos los tratamientos más comunes que los fisioterapeutas utilizan en el tratamiento del dolor de espalda.
Ejercicios terapéuticos
El movimiento controlado es una herramienta clave para la recuperación. Los ejercicios terapéuticos no solo alivian el dolor, sino que fortalecen la musculatura que da soporte a la columna y corrigen desequilibrios posturales.
Suelen combinar estiramientos, fortalecimiento abdominal y lumbar, y ejercicios de movilidad articular. Además, enseñan al paciente a adoptar posturas más saludables en su día a día, lo que resulta fundamental para prevenir recaídas.
Algunos de los más habituales son:
Ejercicios de estiramiento para relajar la musculatura de la espalda
Fortalecimiento del core (zona abdominal y lumbar)
Movilizaciones suaves de la columna para recuperar elasticidad
Ejercicios de control postural para actividades cotidianas
Electroterapia
En determinados casos, el fisioterapeuta puede recurrir a la electroterapia. Esta técnica utiliza corrientes eléctricas de baja intensidad para reducir el dolor y la inflamación. La modalidad más conocida es la TENS, especialmente indicada en dolores lumbares crónicos o de origen nervioso.
La electroterapia suele emplearse como tratamiento complementario, es decir, no sustituye al ejercicio ni a la terapia manual, pero potencia sus efectos analgésicos. Puedes leer más sobre esta técnica en el artículo sobre electroterapia en fisioterapia: usos y aplicaciones.
Termoterapia y crioterapia
El uso del calor y el frío también forma parte de los tratamientos habituales para el dolor de espalda. El calor se emplea para relajar la musculatura y favorecer la circulación, mientras que el frío resulta útil en fases agudas, cuando existe inflamación.
La elección de una u otra técnica depende del tipo de lesión y del momento en el que se encuentre el paciente. En ocasiones se combinan ambas de forma alterna para potenciar sus efectos.
Terapia manual

La terapia manual es uno de los pilares básicos del tratamiento en fisioterapia. A través de masajes terapéuticos, movilizaciones articulares y técnicas de manipulación suave, el fisioterapeuta consigue relajar la musculatura, mejorar la movilidad de la columna y disminuir la tensión acumulada.
Resulta especialmente útil en contracturas y sobrecargas, así como en dolores cervicales relacionados con el estrés o las malas posturas. En el artículo de fisioterapia para el dolor cervical: técnicas más efectivas encontrarás más información específica sobre esta zona tan sensible.
Estiramiento asistido
Los estiramientos asistidos, realizados con la ayuda del fisioterapeuta, son muy beneficiosos para personas que presentan rigidez muscular o limitaciones de movimiento. Al ser guiados, se evita el riesgo de forzar demasiado la articulación y se consigue un estiramiento más profundo y seguro, tal como explicamos cuando analizamos las técnicas de estiramiento asistido en fisioterapia.
Reeducación postural
El dolor de espalda no siempre aparece por una lesión puntual. En muchos casos está relacionado con hábitos posturales inadecuados, como encorvarse frente al ordenador o levantar cargas de manera incorrecta.
La reeducación postural busca corregir estos hábitos mediante ejercicios específicos y consejos prácticos para la vida diaria. Así, el paciente aprende a moverse y a colocarse de forma más saludable, reduciendo la presión sobre la columna. Para profundizar en este aspecto, puedes leer el artículo sobre fisioterapia para mejorar la postura corporal.
Conclusión
El dolor de espalda es una dolencia muy frecuente, pero existen tratamientos de fisioterapia eficaces que ayudan a controlarlo y a prevenir que se convierta en un problema crónico. La terapia manual, los ejercicios terapéuticos, la electroterapia, la aplicación de calor o frío, los estiramientos asistidos y la reeducación postural son algunas de las herramientas más utilizadas.
La clave está en que el fisioterapeuta adapte el tratamiento a las necesidades de cada persona, teniendo en cuenta su estilo de vida, el origen del dolor y sus objetivos de recuperación. Con un tratamiento adecuado, es posible volver a la actividad diaria con menos dolor y una espalda más fuerte y saludable.
:
Staff
Los contenidos firmados por el Staff están elaborados por un equipo multidisciplinar formado por fisioterapeutas, redactores especializados y profesionales del ámbito de la salud. Nuestro objetivo es acercarte información práctica, clara y basada en evidencia para ayudarte a comprender mejor tu cuerpo, prevenir lesiones y mejorar tu bienestar físico en el día a día.
:
Paula Torres
Paula Torres es fisioterapeuta y monitora de clases dirigidas, con una gran pasión por ayudar a otros a alcanzar sus metas de bienestar físico y salud. Graduada en Fisioterapia y con certificaciones en diversos cursos donde se ha ido especializando en diferentes materias, Paula combina su profundo conocimiento anatómico con técnicas de entrenamiento innovadoras para ofrecer clases que no solo son efectivas sino también seguras y motivadoras. Con años de experiencia en el sector, se dedica a mejorar la movilidad y la calidad de vida de sus pacientes a través de enfoques personalizados y adaptativos. En sus artículos, encontrarás consejos prácticos y ejercicios efectivos diseñados para que te sientas y vivas mejor.